domingo, 24 de noviembre de 2013

EL REINO DE CUISMANCO


 
 
 
LINO COLUNGA, es un ingeniero en Mecatrónica que construyó un módulo de transferencia corporal que lo está llevando en distintas ocasiones, a la distancia de donde él opera normalmente y sobre todo al pasado, donde conoce en persona las cosas que sucedieron, pero en las cuales no se puede intervenir, porque se atentaría contra el devenir de la historia, ésta vez, LINO  viaja a CAJAMARCA y conoce el REINO DE CUISMANCO.
LINO se subió a su MÓDULO de TRANSFERENCIA y tomó unas coordenadas al azahar en su carta Mercatoriana y una fecha en el dial del tiempo pasado. Las coordenadas fueron: 07 grados, 09 minutos, 51 segundos latitud sur y 78 grados 30 minutos y 01 segundos longitud oeste. El tiempo que escogió fue: Año 1500 d.C. y fue a parar a CAJAMARCA, PERÚ.
 
 
LOS BAÑOS DEL INCA EN LA ACTUALIDAD
El reino de CUISMANCO en el siglo III d.C. fue la nación pre inca que alcanzó el mayor desarrollo político, social y militar en la sierra norte del Perú. En esa época, el valle de Cajamarca alcanzó una clara definición urbana. Lo mismo sucedió, pero en menor escala, con la residencia de los señores CUISMANCO, en Pulltumarca como lugar de descanso y salud.


RESTOS ARQUEOLÓGICOS DEL REINO DE CUISMANCO
 
En 1462 Según Cabello de Balboa -El reino CUISMANCO fue conquistado por los incas y el actual Baños del Inca acentuó su papel trascendental de paraje de reposo, salud y recreación. Pero los incas sólo permanecieron en CAJAMARCA cerca de 70 años, pues poco tiempo después se produjo la invasión española. Desde el trágico 16 de noviembre de 1532, Baños del Inca formó parte de la encomienda de Cajamarca, concedida por Pizarro a Melchor Verdugo en 1535. Han quedado muy escasos vestigios de esta época. Uno de los más importantes es el Pozo del Inca, ubicado al interior del Complejo de Baños. “La casa de Atabalipa: ATAHUALPA, que en medio de su real tenía, la mejor que entre todas las de los indios que se han visto, aunque hecha de cuatro cuartos y, en medio un patio y en él un estanque, al que viene agua por el caño, tan caliente, que no se puede sofreír la mano en ella. Esta agua nace hirviendo en una sierra que está cerca de allí. Otra tanta agua fría viene por otro caño y en el camino se juntan y vienen mezcladas por otro caño y llegan al estanque-


 
ATAHUALPA REY INCA
 
Las fuentes termales de Pulltumarka, hoy Baños del Inca fueron las primeras de su naturaleza en mencionarse en los documentos históricos de nuestro país. Los cronistas Cristóbal de Mena y Francisco de Jerez refieren que a la llegada de los españoles el 15 de noviembre de 1532 el Inca Atahualpa les concedió una entrevista; a su llegada lo encontraron afincado en un conjunto ordenado de estructuras que se extendían por más de media legua hacia el sur este ocupado por las faldas del cerro Shaullo.
La residencia de ATAHUALPA en Pulltumarka era una espléndida morada sólidamente construida y pintada de color bermejo. Al centro un huerto y había un estanque para uso del Inca esmeradamente construido con piedras labradas.
La Colonia significó la desarticulación social y política del Tahuantinsuyo. El aborigen perdió su rumbo histórico y su identidad. Fue un siervo del conquistador. En el valle de Cajamarca, la explotación contra el aborigen, especialmente en la “La Pampa”, que corresponde en gran parte a la jurisdicción de la actual Baños del Inca, alcanzó niveles desconocidos de crueldad por estar próxima a las residencias de los invasores. Fueron los viejos habitantes de Otuzco, Baños del Inca, Huayrapongo y Huacaloma, los que sufrieron el mayor.
En 1559, Fray Mateo de Jumilla construyó la primera capilla en homenaje a Nuestra Señora de la Natividad, a cuya protección entregó el actual Baños del Inca, instaurándose su Fiesta Patronal el 8 de septiembre de cada año, conocida como la Fiesta de los Huanchacos. En 1946, por su mal estado de conservación, la capilla fue demolida y en su lugar se construyó la actual piscina Municipal. impacto del abuso y la agresión. Cajamarca quedó convertida en un pueblo abandonado y los Baños del Inca en un sencillo paraje.”
Y así, LINO COLUNGA anotó en su bitácora lo conocido durante este viaje de transferencia corporal y regresando a su módulo, después de cerrar la puerta y de sentarse ante los controles, oprimió el switch de regresar y llegó a la bodega donde él guarda su módulo. 

 
 
 

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