LINO COLUNGA, es un ingeniero en MECATRÓNICA que construyó un módulo de
transferencia corporal que lo está llevando en distintas ocasiones, a la
distancia de donde él opera normalmente y sobre todo al pasado, donde conoce en
persona las cosas que sucedieron, pero en las cuales no se puede intervenir,
porque se atentaría contra el devenir de la historia, ésta vez, LINO viaja a la península de
Yucatán y conoce la pirámide de CHICHEN
ITZA y convive con los MAYAS.
LINO
se subió a su MÓDULO
de TRANSFERENCIA y colocó unas coordenadas en la pantalla de la carta
Mercátor la cual inducía al equipo de navegación inercial para llegar a ese lugar y una fecha en el
dial del tiempo pasado. Las coordenadas fueron: 20 grados, 40 minutos, 58
segundos latitud norte y 88 grados 34 minutos y 03 segundos longitud este. El
tiempo que escogió fue: 25 de mayo del año 1230 d.C. y fue a parar al estado de
Yucatán llegando a la CHICHEN
ITZA en el momento en que los mayas estaban haciendo una ceremonia en honor de KUKULCÁN.
PIRAMIDE EL CASTILLO DEL TEMPLO DE KUKULCAN EN CHICHEN ITZA
MODULO TELETRANSPORTADOR DE LINO COLUNGA
LINO se acerco al CASTILLO y esto fue lo primero que vio:
LA CABEZA DE LA SERPIENTE EMPLUMADA AL PIE DE LA ESCALERA
También LINO entendió al ver la pirámide y contar las nueve plataformas que
tiene, que nos recuerda el tiempo que vivimos dentro del vientre materno en el cual
se gestan todas las transformaciones necesarias para que se forme un nuevo
ser. Internamente significa que antes de que descienda KUKULCÁN tenemos que pasar por grandes cambios en nuestros actos,
emociones, sentimientos, pensamientos, costumbres, reglas, hábitos, creencias,
etc. para preparar nuestra propia tierra interna o sea nuestra vida y entonces
así KUKULCÁN se manifestará en
nuestras vidas.
Claro está que la serpiente emplumada desciende del
sol o del dador de vida a este planeta, por lo que, para el ser humano eso nos
representa un conjunto de valores, virtudes, capacidades, facultades, que sólo
pueden desarrollarse en aquel que ha formado sus nueve plataformas en su
existencia es decir: En el que lucha de momento en momento por trascender las
actitudes inconscientes e inferiores que lleva en su interior el ser humano.
Y así como KUKULCÁN
fecunda la tierra para que ésta tenga vida y la tenga en abundancia, así
también tenemos que proceder con nuestra propia existencia, lograr que todo ese
conjunto de valores que llegan a nosotros cuando luchamos por una
transformación integral, en verdad fecunden y logren que nazcan nuevas formas
de vida en todo el roce social que tenemos diariamente, que es en donde
podremos observar si de verdad estamos siendo fecundados por nuestro KUKULCÁN interior.
Para todo este proceso se requieren grandes
sacrificios, trabajos conscientes y padecimientos voluntarios… indicado
claramente por las formas de “T” o cruces a la manera maya, incrustadas en bajo
relieve en la gran pirámide de Chichen Itzá, obviamente para pasar por un
proceso de transformación humana o de ser fecundados por KUKULCÁN se necesitan grandes expiaciones, a los que generalmente
los seres humanos no estamos acostumbrados, “El agua tiene que hervir a cien
grados centígrados porque si no, no se cristaliza lo que se tiene que
cristalizar”, claro está que ninguno de nosotros pretende un día deshacerse de
sus placeres, pero bien sabemos que no se trata de hacerlos pedazos con un
martillo o de arrojarlos al cesto de la basura en unos cuantos instantes de
arrepentimiento por los que a veces pasamos, sino mas bien se trata de mucha
paciencia, serenidad y continuidad, auto observándose en cada instante de
nuestra existencia y así como a través de tantos años alimentamos esos placeres
de nuestra vida, de la misma manera ahora alimentando a nuestro KUKULCÁN, los cambios irán apareciendo
en forma natural, espontánea, eso sí, como resultado de los grandes sacrificios
que son necesarios vivir.
FIGURA DE KUKULCÁN EN UN GLIFO DEL CASTILLO EN CHICHEN ITZA
Según los mayas, se necesitan grandes bases en todo
lo que hacemos para lograrlo, bases en nuestra forma de vivir en lo que
decimos, pensamos y hacemos en general; esa es la plataforma cuadrada en la que
esta cimentada la pirámide de KUKULCÁN
o dedicada a este conjunto de principios universales, un cuadrado, indicio de
que en todo lo que hagamos siempre debe haber un cimiento fuerte, consciente,
para que nada ni nadie lo derrumbe y entonces así ya podemos continuar formando
las nueve plataformas para que KUKULCÁN
nos fecunde.
Esa era la fiesta mística de nuestros antepasados
mayas, no solo dedicada a los grandes rituales a la tierra, al agua, al aire o
al fuego, sino principalmente a las fiestas cósmicas dedicadas a aquellas
esencias humanas, mujeres y varones que lograban en su interior ser fecundados
por KUKULCÁN, porque sabían que de
ellos iban a depender las generaciones siguientes y que aun cuando el sol
físico y sus construcciones siguieran enseñando a través de sus simbolismos la
auténtica transformación del hombre, el día que desaparecieran esos Kukulkanes
humanos, entonces la decadencia en el mundo comenzaría y todo se volvería un
caos como sucede actualmente en nuestro plantea, en donde solo nos la pasamos
visitando las majestuosas construcciones de nuestros antepasados pero hemos
olvidado el motivo principal de aquello que hoy solo nos asombra. Eso es
Teotihuacán, Montealbán y Chichen Itzá.