Como
siempre este LINO COLUNGA, ingeniero
en Mecatrónica quien construyó un MÓDULO
DE TRANSFERENCIA corporal y que lo está llevando en distintas ocasiones, a
la distancia de donde él vive normalmente y sobre todo al pasado, donde conoce
en persona las cosas que sucedieron, pero en las cuales no se puede intervenir,
porque se atentaría contra el devenir de la historia. Ésta vez, LINO viaja a GRECIA, y
conoce el TEMPLO DE APOLO EN DELFOS.
LINO abordó su MÓDULO de TRANSFERENCIA
el cual lo tiene en un bodegón de la colonia Martín Carrera en el Distrito
Federal y colocó unas coordenadas al azahar en el dial de su carta de Mercator
y una fecha en el dial del tiempo pasado. Las coordenadas fueron: 38
grados, 28 minutos, 58 segundos latitud norte y 22 grados 30
minutos, 22 segundos longitud este. El tiempo que escogió fue: año 550 a.C., y
fue a parar a GRECIA y así
conoció EL TEMPLO DE APOLO EN DELFOS.
LAS RUINAS ACTUALES DEL TEMPLO DE APOLO EN DELFUS
En el documento adjunto a esta foto dice: "Las ruinas del TEMPLO DE
APOLO EN DELFOS, que se remontan al siglo IV a. C., pertenecen a
un templo
dórico
períptero.
Fue edificado sobre los restos de un templo anterior, fechado en el siglo
VI a. C., que a su vez fue erigido en el emplazamiento de otro del
siglo VII a. C. Su construcción se atribuye a los arquitectos Trofonio
y Agamedes.
En el siglo VI a. C.
era conocido como el «Templo de los Alcmeónidas»,
en tributo a la familia ateniense que financió su reconstrucción
después de un incendio que destruyó su estructura original. El nuevo edificio
fue un templo de estilo dórico hexástilo
de 6 x 15 columnas. Fue destruido en el año
373 a. C. Las esculturas del frontón son atribuidas a Praxias
y Andróstenes, atenienses.
De una proporción similar, en el segundo templo se mantuvo el patrón 6 x 15
columnas en el estilobato.
Dentro estaba el ádyton, el centro del oráculo de Delfos y el asiento de la Pitia. El monumento fue
restaurado en parte en 1938.
Sobrevivió hasta el 390, año
en el que el emperador cristiano, Teodosio I, silenció el oráculo con la
destrucción del templo y la mayoría de las estatuas y obras de arte en nombre
de la Cristiandad.
El santuario fue completamente destruido por los zelotes
en su intento de borrar todas las huellas del paganismo.
LAS COLUMNAS DEL ORÁCULO EN LA ACTUALIDAD
Junto a esta foto había un documento que decía:
El gobierno de DELFOS era teocrático.
El templo y su dios poseían extensos dominios de tierra que eran cultivados por
esclavos del templo;
además los sacerdotes recibían regalos de reyes y hombres ricos que iban a
consultar el oráculo, y ofrecían sacrificios. La riqueza de la ciudad hizo
decadentes a los ciudadanos. El oráculo se consultaba desde el siglo
VIII a. C. y la fama se extendió rápidamente por las
naciones vecinas; algunos reyes o personajes relevantes enviaban embajadas a
preguntar el parecer del dios. Casi todas las colonias griegas fueron fundadas bajo la
influencia del oráculo, y después Apolo era el patrón de las nuevas colonias. Giges de Lidia hizo importantes
donaciones al templo, pero las más importantes donaciones fueron las de Creso. La (ciudad etrusca de Caere tenía un tesoro en
Delfos. Incluso el último rey de Roma,
Lucio Tarquinio el Soberbio, consultó el
oráculo.
En el 548 a. C., el templo fue destruido
por el fuego. El consejo anfictiónico decidió reconstruirlo mucho más grande y
magnificente. Delfos había de pagar el coste y el resto lo habían de pagar
otras ciudades y reinos; el coste fue de 300 talentos
y la ejecución fue encargada a la familia ateniense de los Alcmeónidas,
que entonces vivían en el exilio. El arquitecto fue el corintio Espintaros.
Gran parte fue hecha con mármol de Paros.
En 480 a. C.
los persas llegaron ante DELFOS. Los ciudadanos huyeron al monte, pero el oráculo prohibió
mover los tesoros del templo. Seis habitantes quedaron en Delfos para defender
el templo. Cuando los persas avanzaban se sintió un trueno espectacular y
cayeron unas piedras de la montaña y aplastaron a muchos persas; éstos, presas
del pánico, huyeron y fueron perseguidos por dos guerreros de gran tamaño que
los habitantes dijeron que eran los héroes Filacos y Autonoos, cuyos santuarios
estaban cerca.
En 373 a. C.
fue destruida por un terremoto, pero fue reconstruida.
En 357 a. C.
los focidios fueron sentenciados por el consejo anfictiónico a pagar una gran
multa por haber cultivado parte de la llanura sagrada de Cirra. El jefe focidio
Filomelo, convenció a sus
compatriotas para completar el supuesto sacrilegio
ocupando el templo de Delfos; Filomelo, llevó a término la conquista y se apoderó
de todos los tesoros. Eso originó la guerra
sagrada. Primero, los focidios no querían utilizar los tesoros, pero
después, bajo presión de tebanos y locrios,
convirtieron los tesoros en dinero para pagar a los soldados. Filipo II de Macedonia, general del
consejo anfictiónico, ganó la guerra y devolvió el templo a la anfictionía 346 a. C.,
con los tesoros que quedaban. Los focidios fueron sentenciados a devolver los
tesoros, unos 10.000 talentos con pagos anuales, pero los focidios eran
demasiado pobres para poder pagar una cantidad tan grande.
Un nuevo terremoto lo volvió a
dañar en 330 a. C.
y fue reconstruido por los arquitectos Espintaro, Jenodoro y Agatón de Corinto.
En 279 a. C.,
Delfos fue atacada por los gálatas dirigidos por Breno, tentado por las supuestas riquezas
del templo (que ya no eran las mismas después del 346 a. C.,
pero fue rechazado de manera sobrenatural como lo fueron antes los persas, al
caer grandes rocas desde las montañas.
En el siglo
III a. C. recibió el patronazgo de los reyes de Pérgamo.
Durante dicho siglo pasó al control de la Liga Etolia
hasta que en 189 a. C.
cayó en manos de Roma.
Más tarde, en 86 a. C.,
fue saqueada por Sila,
que también había saqueado Olimpia y Epidauro. En esta época ya era muy pobre.
A mitad del siglo I
fue saqueada por Nerón,
que se llevó 500 estatuas de bronce, y le separó la llanura de Cirra, que
repartió entre sus soldados, y abolió el oráculo. Pero Adriano,
más tarde, lo restauró y volvió a tener cierto renombre y esplendor por un
tiempo. En tiempos de Caracalla dejó de emitirse moneda en Delfos. Constantino el Grande se llevó algunas
figuras para su nueva capital. Juliano el Apóstata aún consultó el oráculo,
pero finalmente fue suprimido por Teodosio I el Grande en 385 al prohibir el culto pagano.
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